A partir del año de vida, sería conveniente introducir el cepillado de todos los dientes con un cepillo de un cabezal adecuado a las dimensiones de su boca y de cerdas suaves, sólo o con un granito de arroz de pasta dental fluorada. Además, en cuanto empiecen a salir las muelas, podrá pasarse el hilo dental entre las zonas de contacto antes de irse a dormir.

Una técnica de cepillado correcta, que arrastre la placa bacteriana con movimientos del cepillo desde las encías hacia abajo, será la más adecuada. Primero serán los cuidadores quienes la realizarán y, a partir del segundo año, se permitirá a los niños que empiecen a manejar el cepillo, para que vayan familiarizándose con el instrumento, con la técnica y con los hábitos y, de este modo, acaben convirtiéndose en adultos responsables de su salud.