Las encías son la parte más sensible de la boca y expuesta a la acción de las bacterias. La gingivitis, de hecho, es una respuesta de las encías ante su presencia, y aunque en principio no duele, sí puede afectar seriamente a la salud de los dientes y de la boca, al poder derivar en periodontitis, un problema que puede ser irreversible y provocar, incluso, la pérdida de piezas dentales. La gingivitis, si no se trata, puede terminar afectando a las encías, tejido que rodea a los dientes y hueso.

La gingivitis es una infección o proceso inflamatorio que afecta a la boca y a las encías, con la aparición en algunos casos de úlceras. Infección bucal que puede extenderse a las membranas mucosas de la boca, el paladar, la lengua y el interior de las mejillas. La inflamación de la boca y las úlceras pueden corresponder a una infección denominada estomatitis, y que puede estar asociada a la gingivitis. Cuando el responsable es el virus del herpes simple se denomina estomatitis por herpes.

Las encías son una de las zonas de la boca más sensibles a las infecciones y bacterias, como las que provocan la gingivitis, una molestia bucal que se puede prevenir y tratar, ya que de lo contrario puede acarrear severos riesgos para nuestros dientes.

Gingivitis, sus causas:

La gingivitis no conoce edad, es decir, puede aparecer en adultos y en niños, siendo la acumulación de sarro (placa bacteriana) la principal causa de su aparición. Una inadecuada o incorrecta higiene bucal deja a nuestra boca más expuesta al ataque de las bacterias y a la acumulación de placa bacteriana en las encías. Por lo tanto, para evitar la aparición de gingivitis la primera recomendación es adoptar unos hábitos de higiene bucal diaria (cepillado, enjuague bucal, hilo dental), así como acudir al dentista para realizar una limpieza más profunda si la placa ya se ha adherido a la encía y los dientes.

El tabaco es un enemigo de nuestra boca.

Si queremos mantener una boca sana y fresca, la mejor decisión es dejar el tabaco. El humo no solo debilita las encías, sino que aumenta el riesgo de desarrollar gingivitis. La deficiencia de vitamina C –los fumadores, por cierto, requieren una mayor cantidad de esta vitamina en su dieta- también afecta a nuestras encías.

Gingivitis, síntomas:

El sangrado de encías durante el cepillado suele ser un síntoma inequívoco de gingivitis, así como la inflamación. Otro de los síntomas, leves en principio, es el enrojecimiento de las encías, así como el mal aliento (halitosis).

Gingivitis, remedios naturales:

Tal y como hemos señalado, la higiene bucal es fundamental para evitar la proliferación de bacterias. En el caso de llevar una ortodoncia, hay que ser especialmente cuidadosos con la higiene, ya que hay más posibilidades de que las bacterias proliferen e infecten las partes más blandas de la boca. De igual manera, conviene evitar el tabaco, el alcohol y el exceso de cafeína. Apostar, en cuestión de hábitos saludables, por una alimentación rica en verduras y frutas, aliados naturales de nuestra salud bucal y de nuestra salud en general. Por ejemplo, manzanas y zanahorias ayudan, al masticar, a fortalecer las encías. Las frutas ricas en vitamina C –los cítricos- también son un buen aliado para la salud bucal.

Entre los remedios naturales, el aceite de árbol de té, un antiséptico que alivia el dolor y la inflamación de la gingivitis. Basta mezclar una gota de aceite con la pasta de dientes. Por su parte, el aceite de clavo, aplicado con un algodón sobre las encías, ayuda a mitigar las molestias.

El aloe vera, entre sus múltiples propiedades, también puede resultar beneficioso para combatir la gingivitis, aplicándolo en forma de gel sobre las encías. Los enjuagues naturales de agua con vinagre de manzana (una cucharada) o con infusión de aceite de espliego (se puede añadir una cucharada de miel) también son efectivos en estos casos. Otras hierbas con las que podemos hacer un enjuague bucal natural contra la gingivitis son el malvavisco, la flor de coral, la caléndula o flor de oro y el pie de león (evitar éste último en caso de problemas gástricos).

Un último remedio, comer un trozo de manzana después de las comidas ayuda a limpiar los dientes de manera natural.