Las carillas dentales son prótesis de porcelana finas que se pegan en la superficie anterior de los dientes, proporcionando una apariencia natural y atractiva. Las carillas dentales se usan para corregir dientes fracturados, manchados, desalineados, desgastados, desiguales o con separación anormal.

¿Por qué usar las carillas dentales?

Para los dientes que estén muy descoloridos, astillados o deformes, las carillas crean una sonrisa agradable y duradera. Además, las carillas difícilmente se manchan, por lo que son populares entre las personas que desean tener una sonrisa perfecta.

Tipos de carillas dentales

Los dos materiales más comunes usados en la fabricación de las carillas dentales son la resina y la porcelana. Ambos tipos pueden ser fabricados por un protesista en el laboratorio de prótesis dental. Las carillas se pegan a los dientes con cemento resinoso. La porcelana es un material débil, pero cuando se pega firmemente al diente puede volverse muy fuerte y durable. Las carillas de resina también pueden ser fabricadas por el dentista en el consultorio.

¿Cómo se colocan las carillas?

El dentista remueve una pequeña cantidad de la superficie del diente para permitir la colocación de las láminas. Enseguida, saca la impresión de los dientes y la envía a un laboratorio de prótesis. La carilla se hace de modo que entre perfectamente en el diente y en la boca. La carilla se pega al diente con cemento resinoso.

Limpieza de las carillas dentales

Las carillas se deben limpiar como sus propios dientes. El uso del hilo dental una vez por día y el cepillado por lo menos dos veces por día con una crema dental con flúor ayudan a remover los residuos de alimentos y la placa bacteriana.

Pide cita y comienza hoy mismo tu tratamiento de carillas dentales. Consulta a nuestro equipo de odontólogos para que te recomiende productos de higiene bucal que ayuden a mantener la durabilidad de las restauraciones dentales.