09 Sep CONSEJOS DE SALUD DENTAL PARA LA VUELTA AL COLE
Estamos ya de vuelta a la rutina, los colegios empiezan a impartir sus clases a lo largo de este mes y poco a poco el verano deja paso al otoño. En esta época recuperamos los horarios, hábitos y rutinas que se han descuidado durante el verano.
Durante el tiempo estival también es habitual el consumo de mucho azúcar (refrescos, helados, chuches, etc…) y las comidas copiosas y fuera de casa… Esto afecta a la salud dental de nuestros hijos sobre todo porque también se descuidan las rutinas de higiene dental. Es importante pues hacer una revisión de la boca de nuestros hijos para prevenir cualquier tipo de problema en su boca.
Uno de los consejos más importantes que podemos recomendar en cuanto a la salud dental en esta época de vuelta al cole, es inculcar a los niños, que la prevención es el mejor camino para una buena salud dental. Hacer del cepillado de los dientes una rutina diaria es fundamental para ello.
Septiembre es sinónimo de vuelta a la rutina… Y de vuelta al cole si eres padre. Los más pequeños han disfrutado al máximo de su tiempo de ocio, pero ahora toca ir de nuevo a las clases, una readaptación que puede afectar a su salud bucodental.
En este blog te explicamos las claves para que la vuelta al cole esté llena de ilusión y libre de problemas dentales con estos cinco consejos:
1. La vuelta al cole debería empezar una semana antes
Tras los meses estivales, los niños tienen que habituarse de nuevo a cumplir unos horarios, ciertos hábitos y a no pasar tanto tiempo dedicado a su ocio. Para facilitar lo máximo posible la vuelta al cole y todo lo que implica, es recomendable que los padres vayan integrando los nuevos hábitos poco a poco, no de golpe.
Volver a acostarse temprano, por ejemplo, facilita que concilien mejor el sueño. Cuando no pueden dormir bien, es más probable que rechinen los dientes sin darse cuenta, un hábito que compromete la salud de sus dientes. Además, conviene vigilar qué actividades hacen antes de dormir. Aunque en verano podamos ser más permisivos y dejar que jueguen con el ordenador, móvil o tablet, la mejor forma de evitar un estado de agitación nocturna es que no usen este tipo de dispositivo antes de irse a dormir.
Respecto a los hábitos de higiene, los niños no deben dejarla de lado ni siquiera en vacaciones, pero al ser una época más volátil, es normal que haya menos control en este sentido. Ayudarles a entender su horario y rutina es mucho más fácil si cada día se hace la misma tarea a la misma hora. Así, sabrán que deben dedicar un par de minutos después de comer para sus rutinas de limpieza oral. La higiene infantil en las edades más tempranas requiere de la implicación parental. Cuando el niño va creciendo y puede hacerse cargo de su higiene bucal por sí mismo, no tenemos que estar tan pendientes. Y no está de más incluir un cepillo eléctrico infantil a partir de los 8 años, ya que les facilita la tarea del cepillado.
2. Nervios y excitación: los mejores ingredientes para el bruxismo
Junto con la excitación provocada por el uso de pantallas en las horas previas a dormir, los nervios y excitación por volver a su clase y reunirse con sus compañeros pueden favorecer el bruxismo. Este hábito que consiste en chocar los dientes superiores con los inferiores no solo sucede en las horas de sueño. El rechinamiento también tiene lugar cuando el niño está experimentando cierto nivel de estrés o ansiedad, pero es importante identificarlo para aprender a controlarlo. Muchas veces los niños tienen sueños relacionados con la vuelta al colegio semanas antes de iniciar el curso, simplemente por puro nerviosismo o ilusión. En estos momentos es común que nuestro hijo tenga bruxismo, pero generalmente es algo pasajero.
No obstante, si lo percibimos como un hábito frecuente, debemos intentar tranquilizar al niño para que no entre en ese estado de excitación. El bruxismo repetido en el tiempo hace que los dientes se vuelvan más frágiles debido al desgaste. Como consecuencia, son más vulnerables ante lesiones cariosas y posibles fracturas.
Para evitarlo, resulta muy útil el deporte en equipo y no solo por descargar energía, sino por los beneficios sociales y físicos que supone para los niños de cualquier edad. Antes de dormir, siempre es positivo inculcarle el hábito de la lectura para que su sueño sea reparador.
3. ¿Qué comer en la hora del recreo?
Cada día los niños llevan algo para comer y beber durante el descanso entre clases. A veces no somos conscientes de qué toman nuestros hijos a media mañana, pero no es de extrañar que tomen zumos, bebidas azucaradas, bollería, chuches… Estos alimentos ingeridos a diario provocan muchas caries.
Frente a estos aperitivos, proponemos alternativas saludables que no perjudiquen la salud oral de los estudiantes. El snack perfecto es aquel bajo en azúcar añadido, para prevenir las caries, y con un alto valor proteico para darle a su cuerpo la energía que necesitan para afrontar el día.
Por eso, tenemos que buscar alternativas para darle a nuestros hijos durante el recreo y es posible tan solo haciendo pequeños cambios. Es preferible que tomen bricks de leche a batidos o refrescos, es mejor el pan integral con pavo a que tomen un emparedado de pan blanco (que tiene mucho azúcar) con embutidos grasos. Y por último, siempre es beneficioso tomar una pieza de fruta antes que un zumo.
4. A falta de cepillo, bienvenida es el agua
Sabemos que después de cada comida hay que lavarse los dientes, y eso incluye el snack del recreo. Por desgracia, muchas veces no hay tiempo suficiente para dedicar a la higiene oral entre clases, o el niño no tiene a mano su cepillo o pasta. Aún así, siempre es mejor que se enjuaguen la boca a que vuelvan a sus clases con restos de comida. Al enjuagarse, están retirando trozos de alimentos de los recovecos de su boca, y aunque esta práctica no puede sustituir a las rutinas de higiene oral, puede hacerse puntualmente.
5. El aparato dental, siempre a buen recaudo
Por último, muchos niños de entre 6 y 12 años que acuden al colegio están en mitad de un tratamiento de ortodoncia infantil, ya sea con un aparato fijo o removible. En caso de que sea de quita y pon, el niño deberá quitárselo antes de ir al recreo para comer. Debemos explicarle la importancia de guardar el aparato en su caja y, siempre, enjuagarlo con agua tras quitarlo de la boca. De este modo, evitamos que el aparato se rompa, se pierda o adquiera bacterias que, en última instancia, volverán a la boca del niño.
Si el niño lleva ortodoncia fija, tendrá que tener cuidado ante choques accidentales con sus compañeros, especialmente en el recreo. En caso de que realice alguna actividad extraescolar deportiva, debería llevar un protector bucal que le proteja de posibles golpes.
Con estos consejos, la vuelta al cole no tendrá mayores incidentes y los niños solo tendrán que preocuparse de aprender y de divertirse junto a su clase, pero si tienen cualquier problema o necesitan venir a la consulta, recuerda que estamos a vuestra disposición en cualquiera de nuestra clínicas de Dentality.