La ortodoncia, el aliado perfecto contra la gingivitis - Dentality Clínica Dental
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La ortodoncia, el aliado perfecto contra la gingivitis

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La ortodoncia, el aliado perfecto contra la gingivitis

La gingivitis se relaciona con problemas de salud tan importantes como los problemas cardiovasculares, el alzheimer o la disfunción eréctil. También afecta negativamente al control glucémico de los diabéticos, incrementa el riesgo de accidentes cerebro-vasculares o de partos prematuros.

Es una enfermedad inflamatoria de origen bacteriano que afecta al tejido de soporte de los dientes y que en sus estados más graves puede suponer una pérdida progresiva del hueso que rodea a las raíces de las piezas dentales y las sostiene. Puede afectar a las encías, los ligamentos periodontales y los alvéolos dentales (hueso alveolar).

La mayoría de las personas no son conscientes del riesgo que supone la periodontitis, que es una de las principales causas de pérdida de dientes.

La gingivitis es la fase más leve de la enfermedad y se aprecia en signos tan evidentes como encías enrojecidas, hinchadas o que sangran con facilidad.

Si la gingivitis no se soluciona a tiempo puede derivar en periodontitis (o piorrea), que es cuando las encías, el ligamento periodontal y el hueso que soporta el diente se pueden dañar de manera irreversible. Cuando las encías se ven afectadas por la periodontitis pueden causar movilidad dental e incluso pérdida de los dientes.

Para evitar problemas más graves, es importante estar alerta y vigilar el sangrado de las encías (especialmente si se produce incluso con un cepillado suave), su inflamación, si las encías se ven rojo brillante o púrpura, o si están indoloras, pero sensibles al tacto, o las úlceras bucales.

¿Cómo puede la ortodoncia contribuir a evitar la gingivitis?

La placa es la principal causante de la gingivitis. Si no se elimina a diario con un buen cepillado (y se complementa con las limpiezas dentales periódicas en el dentista para quitar el sarro que no desaparece con las limpiezas en casa), la placa se va acumulando y van aumentando las toxinas que dañan las encías.

La enfermedad periodontal forma pequeñas bolsas periodontales que separan las encías de los dientes. Si no se le pone solución al principio, se irá agravando.

Unos dientes apiñados o montados, pueden favorecer la aparición de problemas en las encías. Esto se debe a que la malposición dificulta la higiene y favorece que se acumulen restos de alimentos, desarrollándose así mejor las bacterias, ya que la gingivitis se debe a los efectos a largo plazo de los depósitos de placa. Si la placa no se elimina, se convierte en el llamado sarro, que queda atrapado en la base del diente irritando e inflamando las encías.

En cambio, cuando los dientes están bien posicionados, el cepillo puede acceder mejor y permite hacer una limpieza correcta de la boca. Éste es uno de los motivos por los que, cuando existe apiñamiento dental, es aconsejable solucionarlo mediante un tratamiento ortodóncico para evitar que la acumulación de placa acabe degenerando en esa inflamación y sangrado de las encías que, de no tratarse adecuadamente, puede acabar derivando en periodontitis.

Además, en algunos casos, es recomendable que los pacientes tratados periodontalmente, una vez curados, se sometan a un tratamiento de ortodoncia, ya que mejorará con ello su pronóstico a largo plazo.

La periodoncia eliminará la infección, y la ortodoncia, por su parte, permitirá la estabilización y mantenimiento de los tejidos periodontales, (además de mejorar la funcionalidad y la estética).